6.12.12

insaciable


Pasamos juntas más horas de las que esperabamos y aun así sigo teniendo sed de sus labios, de sus manos frías en contraste con mi cálida piel, de sus ojos verdes de ciencia ficción, de su sonrisa del mes. Parar el tiempo eso fue lo que pasó cuando delante de todo el mundo me besó y agarró mi mano sin amago de querer soltarla un mísero segundo. Siéntate encima- le dije. Lo que ella no sabía es que no podía tenerla a menos de 1 mm. Tenerla entre las sábanas, sonriendo, con la respiración acelerada, hace que cada vez que lo recuerde un cosquilleo se apodere de mi. Si, lo reconozco. Me encanta esta sensación que me haces sentir.

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