9.12.12

madrugada del ocho

3,2,1 se apagó el sensor de la luz y solo se escuchaba su respiración junto a la mía. No quería que el minutero siguiera avanzando. ¡Párenlo por favor! que sus besos me están haciendo enloquecer. Me negaba a soltarla, a dejarla ir. Otra vez no. 
Te haré una pregunta que no sé si querrás responder, si no quieres, tranquila que no pasa nada - le dije. Y con un susurro y una sonrisa en los labios, me hizo sentir la persona más feliz

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